-No temas a la poesía.
-Teme a la blandurria actitud pseudo poética.
-Y, como decía aquella antigua sentencia que cerraba otras antiguas sentencias que la precedían, y que no hablaba de poesía sino de un antiguo tema que olvidé -creo que tenía algo que ver con Dios y con aceptación- como olvidé no sé dónde aquél póster adolescente -en donde venían impresas las sentencias- perdido hace tanto que tal vez jamás tuve y seguramente vi más de una y de cien veces en diez o cien tiendas, y, quizá, en la casa de algún amigo o amiga o conocida o conocido de mi primera juventud -¿cuántas juventudes hay y cuál es la sentencia última que la sentencia?-, ¿y por qué razón pienso ahora en ese galgo de tres patas que a veces veo en la Plaza de la Paja?: dame sabiduría para reconocer la diferencia.
-¿La sintáxis y tú en qué punto estáis?
-Ella y yo no estamos en punto alguno. Estamos en coma. En una coma.
-Deja la bebida, anda...
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Come y bebe siempre.
ResponderEliminarAllí estamos bien.
así en crudo, de melopea
ResponderEliminarellos estaban de acuerdo
pseudoblandurria
un saludo
merece la pena pasarse por aquí
No sé por dónde empezar..., porque por donde empiezas y por lo que empiezas, empecé a acudir a la poesía de Bukouski, incluso hasta me empezaron a parecer cursis algunos pasajes de T.S Eliot, en su tierra Baldía y Rimbaud se pasaba la mayor parte del tiempo en coma... Los poetas malditos también tienen su parte en esto, pero lo que está claro es que nada de esto es pseudo Poética, tampoco los 20 poemas de amor y la canción desesperada, que esa si que la ponen como reclamo de marketing en poster y demás cosas absurdas. De las juventudes (suena a chachorros de partido político) creo que solo tenemos una, aunque yo personalmente sigo teniendo 12 años, y la pregunta de la sentencia es la puta condena de mirarte en el espejo y preguntarte dónde cojones se ha ido aquel niño. Lo del Galgo es que no te falta corazón para darle sentido a la poética, para que se te grabe la relación de todas estas cosas mientras unas copas las desordenan y... las dan más e intenso sentido en tu cabeza.
ResponderEliminarAbrazos
ESo,ESO!!!
ResponderEliminaren estos ahoras tan uniformados yo probaría a darle la vuelta a ver qué tal suena: dame diferencia para reconocer la sabiduría.
ResponderEliminarabrazos.
Yo temo casi todo lo 'seudo'.
ResponderEliminarLa sintaxis y yo estamos intentando ser amigas.
Te leo.
Gracias y gracias por tu generoso comentario.
Saludos comatosos.
Olá amigo! Passando para te cumprimentar e apreciar este teu belo espaço.
ResponderEliminarO Natal está chegando, mais um final de ano que aos poucos vai se aproximando, e cada vez mais forte está a minha esperança do dever cumprido neste 2011. Procurei fazer o possível para agradar, tanto com o que postei de terceiros, quanto com as ínfimas baboseiras que criei.
Hoje estou iniciando uma pausa para descansar um pouco a cuca e a carcaça, analisar os erros e os acertos, e dar uma arrumadinha no nosso humilde espaço, prometendo, se “DEUS” quiser, retornar em janeiro para dar continuidade às atividades.
Aproveito a oportunidade para apresentar as minhas desculpas àqueles que, de alguma forma, não agradei com as minhas postagens, e agradecer a todos indistintamente, amigos(as) e seguidores(as), pelo carinho, compreensão e, principalmente, pelo grande apoio que é de vital importância neste mundo virtual, esperando no próximo 2012, continuar sendo merecedor dessas ímpares e valiosas companhias. Muito obrigado de coração.
A todos, um “Maravilhoso NATAL” e um “Fantástico ANO NOVO”, não com fortuna, mas, com muitas felicidades.
“QUE 'DEUS' SEJA LOUVADO”
Arte & Emoções
Rosemildo Sales Furtado.
Brindo por ti.
ResponderEliminarMuy bien, muy bien, muy bien.
ResponderEliminarTeme la blandurria, los poemas lacrimógenos, la sensiblería ñoña, las voces melifluas, la afectación acaramelada, los pseudopoetas que escriben con pseudosintaxis con pseudoversos que no sirven para nada, temamos las lagrimitas de cocodrilo y la mala educación del llanto vano y la pornografía de los sentimientos tendidos al viento.
Salud
Francesc Cornadó
Francesc Cornadó