-Con las manos en la masa.
-La muerte tiene una paciencia limitada. En este caso, limitada al interior de su caja.
-Cuando subió, la desescombró y la abrió...
-Después de todos sus años -ahora que ha muerto todos esos años son suyos- se quedó con lo que había en la caja. Verás cómo los de la científica nos dicen que tocó todos los objetos por una última vez. El tesoro de un hombre es lo que atesoró de niño, antes de empezar a ocultar sus tesoros en otras partes. El niño guarda, el hombre esconde.
-Pobre tipo.
-La muerte nos vuelve a todos paupérrimos.
-El asa de una tacita de porcelana... un billete del metro de Londres... una nuez... Yo me como una nuez todos los días, dicen que es bueno.
-¿Bueno para qué?
-...
-Hace veinte años que estoy empezando a hartarme de esta profesión.
-Pero mientras tanto siguen esperando que investiguemos.
-Que les den por culo.
-Tranquilo, ya me ocupo yo del papeleo, jefe.
.jpg)
Guardo desde niño una caja con objetos -o parte de ellos- y es mi más querido tesoro. Empiezo a pensar que eres un filósofo, además.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo guardo pendientes desparejados, eso podría analizarse por si es una enfermedad nueva pendienitis desparejatus, cada cual con su aquél...¡eso somos al fin y al cabo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta la facilidad con la que pasas de lo trascendente a lo banal. Como dice Thornton, hay una actitud filosófica en ello: "que les den por culo", ni Platóteles lo hubiera dicho mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí, de niño, me gustaba esconder cosas, era la forma de convertirlas en tesoros (ocultos, enterrados). Quizá por eso me gustan tanto estas escenitas tuyas que esconden tantas cosas, como un asa de una tacita de porcelana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustó/dolió.
ResponderEliminarEspecialmente.
Sincronicidad, decía Jung.
¿Guardas canastas en tu caja, Thornton?
ResponderEliminarYo también guardo asusntos pendientes despaejados, pepi B.
Gracias, Jose. Pero se me da mejor pasar de lo banal a lo banal.
Tú tienes playa para enterrar tus tesoros, Daniel. Así cualquiera.
Me gusta que te haya dolido/gustado, Lena.