-Primero borré la última frase, la de la costumbre de mi amigo. Luego la frase anterior, la del aroma que le sobrevino a mi memoria cuando regresé al colegio treinta años más tarde. Dudé un momento, quité la otra línea, la que hacía referencia a los dibujos cambiantes que solía encontrar en las baldosas del baño. Releí luego la del mensaje que ella había dejado pegado en la puerta de la nevera. No dudé en eliminar la bobería ésa de la tarde melancólica. Sólo dejé escrita la primera oración. En la que digo desconocer por qué estoy reteniendo el llanto. Menos es más, pensé, no demasiado convencido de haber hecho bien. Deseché, antes de escribir, lo de las piedras de la pecera vacía.
Las gratitudes.-Delphine de Vigan
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Contraportada
«Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: ”Le debo
tanto.“ O: ”Sin ella, probablemente ya no estaría aquí.“ Pens...
Hace 1 mes
Sencillamente, genial. Cada día me gustas más.
ResponderEliminarFantástico. Me dejas que me lo lleve a mi blog y le coloco un enlace? Me encanta.
ResponderEliminar¡Gracias, Aina!
ResponderEliminarClaro que te dejo. Y muchas gracias.
Genial, me encanta, con el toque irónico.Estupendo.Un abrazo
ResponderEliminarSiempre te digo lo mismo, me gustan todos tus puntos,las comas, los puntos y comas y hasta los puntos suspensivos...Da lo mismo que borres la última frase que la primera, tus cortos o largos siempre te quedan redondos.
ResponderEliminarBesicos amigo.
Joder Blanco, eres un genio.
ResponderEliminarAbrazos
ay.
ResponderEliminaray.
ay.
Cada día estoy más convencido de que escribir es sobre todo borrar, pero no se puede empezar borrando.
ResponderEliminarSi no hay más entradas este será mi último comentario.
Puedes borrarlo.