-Me pareció más brillante. Más brillante que la otra vez.
-Baldean. Acaban de baldear mi calle, por eso.
-Será eso. La otra vez que vine era de noche, y no me pareció que brillara.
-La baldean al caer la tarde, y no todos los días.
-Da una linda sensación de frescor.
-¿Sí?
-Sí. Es una bonita antesala, llegar hasta aquí por el camino de tu acera brillante.
-¿Y a qué has venido?
-He venido a seguir intentándolo.
-Las cosas siguen igual.
-¿Igual de bien para ti e igual de mal para mí?
-Así es: sigo viviendo con alguien.
-Me parece todo tan repentino que se me hace mentira.
-Pues es verdad.
-Hace apenas dos meses que tú y
-Dos meses puede ser mucho tiempo. Cuando nos conocimos, dos meses también era mucho tiempo. O tal vez poco tiempo que dió mucho de sí. En dos meses nos conocimos, en dos meses nos fuimos a vivir juntos, yo tardé en quedarme embarazada dos meses, y ese fue el tiempo que tú necesitaste para comprender que te habías equivocado.
-Es la segunda vez que vengo a decirte que me equivoqué entonces, cuando creía que
-Sigo viviendo con él. El bebé nacerá el mes que viene. Seguiré viviendo aquí. La calle estará brillante dependiendo del día y la hora que lo intentes por tercera vez. No será la vencida, eso tenlo por seguro.
-¿Ya sabes si será niño o niña?
-Preferimos no saberlo.
-Yo también.
-Baldean. Acaban de baldear mi calle, por eso.
-Será eso. La otra vez que vine era de noche, y no me pareció que brillara.
-La baldean al caer la tarde, y no todos los días.
-Da una linda sensación de frescor.
-¿Sí?
-Sí. Es una bonita antesala, llegar hasta aquí por el camino de tu acera brillante.
-¿Y a qué has venido?
-He venido a seguir intentándolo.
-Las cosas siguen igual.
-¿Igual de bien para ti e igual de mal para mí?
-Así es: sigo viviendo con alguien.
-Me parece todo tan repentino que se me hace mentira.
-Pues es verdad.
-Hace apenas dos meses que tú y
-Dos meses puede ser mucho tiempo. Cuando nos conocimos, dos meses también era mucho tiempo. O tal vez poco tiempo que dió mucho de sí. En dos meses nos conocimos, en dos meses nos fuimos a vivir juntos, yo tardé en quedarme embarazada dos meses, y ese fue el tiempo que tú necesitaste para comprender que te habías equivocado.
-Es la segunda vez que vengo a decirte que me equivoqué entonces, cuando creía que
-Sigo viviendo con él. El bebé nacerá el mes que viene. Seguiré viviendo aquí. La calle estará brillante dependiendo del día y la hora que lo intentes por tercera vez. No será la vencida, eso tenlo por seguro.
-¿Ya sabes si será niño o niña?
-Preferimos no saberlo.
-Yo también.
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