-¿Qué voy a querer?, lo que quieren todos los escritores que pretenden vérselas a cara descubierta con la literatura, con el mundo, con la poesía: nombrar las experiencias que todos conocemos, o creemos conocer, pero hacerlo de un modo desconocido, novedoso, propio.
-Ya. Ahora vas a derramar sobre mí el chiste del mundo interior, me lo veo venir.
-No volveré a repetirte que tengo un mundo interior, pero está dentro de alguien que no soy yo.
-Bravo. ¿Ya estás más tranquilo?
-Es una pretensión vana.
-¿Conseguir un estilo o que dejes de contarme tus pretenciosos cinco chistes de siempre?
-Oye: la amistad se cimenta sobre pilares menos sólidos de lo que
-Hoy juega el Barça.
-...
-¿En tu casa o en la mía?
-...
-¿En mis cuarenta y dos pulgadas o en tus veintiuna?
-¿Qué llevo?
-Es una pretensión vana.
-¿Conseguir un estilo o que dejes de contarme tus pretenciosos cinco chistes de siempre?
-Oye: la amistad se cimenta sobre pilares menos sólidos de lo que
-Hoy juega el Barça.
-...
-¿En tu casa o en la mía?
-...
-¿En mis cuarenta y dos pulgadas o en tus veintiuna?
-¿Qué llevo?
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