-Cuando Gregorio Sánchez no se despertó mañana alguna acompañado de la preciosa mujer con la que había anochecido las últimas mil y una madrugadas después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto que había olvidado el plural aprisionado entre la lycra roja y la piel de la ropa interior que cerró la puerta por fuera. Estaba tumbado sobre su espalda dura...
-¿Pasa algo?
-No sé cómo seguir.
Tambien podria haber agarrado por el lado de la rata gigante del fantasioso checoslovaco
ResponderEliminar¿La rata Josefina, la cantante? Sí, le hubiera cantado las cuarenta a Gregorio.
ResponderEliminar