-Amargo, como el envés de los payasos.
-...
-Creía que la frase era un comienzo. Pero empiezo a pensar que también es un final.
-Mal cuerpo me dejas.
-No me vanaglorio de ello, pero suelo dejar el mal cuerpo en mi afán de buscar el bueno.
-Cuando dejes de perderte en juegos de palabras...
-Las mujeres seguirán dejándome, de cualquier modo.
-Me gusta la mujer independiente. Pero no de mí. De ti.
-La última me mató bastante exitosamente.
-Yo me prevengo ante los abandonos soñando antes con ellos. Cada noche sueño que me deja. A veces, cuando despierto, ocurre. Me dirás que es casualidad. O estadística. Pero yo creo en el poder del deseo de mis sueños.
-Esta mañana he vuelto a no recordar lo que soñé anoche.
-¿Has vuelto a inventarte el sueño?
-Ambos mentimos cada mañana: Yo no sueño, y a ella, en el fondo, le importan un carajo los sueños que le cuento.
-Se ve que es de esas mujeres que se quedan para siempre.
-...