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miércoles, 11 de noviembre de 2009

-No sé cómo seguir.

-Cuando Gregorio Sánchez no se despertó mañana alguna acompañado de la preciosa mujer con la que había anochecido las últimas mil y una madrugadas después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto que había olvidado el plural aprisionado entre la lycra roja y la piel de la ropa interior que cerró la puerta por fuera. Estaba tumbado sobre su espalda dura...
-¿Pasa algo?
-No sé cómo seguir.
-Te comprendo. No tiene nada de kafkiano: Si a mí me hubiera abandonado una cucaracha tan bella -en tantos sentidos- tampoco sabría cómo seguir.

miércoles, 21 de octubre de 2009

-El lugar esquivo de tu cerebelo se llama cama.

-En un lugar de mi cerebelo, de cuyo nombre ya no consigo acordarme por mucho que lo intento, no hace muchas mañanas amanecía una moza que por toda armadura poseía una piel dormida sin recelos.
-El lugar esquivo de tu cerebelo se llama cama.
-Gracias.

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