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viernes, 2 de septiembre de 2011

-Ya estoy en la calle.

-Ahórrame el papeleo.
-Desnúdate.
-Dame de comerte.
-No enciendas el cigarro de después.
-Déjame decirte que ya conozco la salida.
-Evita preguntar si te llamaré.
-No te escucho.
-Ya estoy en la calle.
-Haciéndome preguntas absurdas.
-Del tipo ¿Por qué hago estas cosas contigo?
-El taxista me pregunta ¿Perdón?

miércoles, 26 de agosto de 2009

-Me gusta conducir por las ciudades.

-Y sin entender ni papa de inglés.
-¿Me está hablando en serio?
-Y tan en serio. Durante diez años. Las calles de Londres no tienen secretos para mi.
-¿Es verdad que les hacen hacer un curso?
-¿Usted tiene estudios?
-Pero no acabé la carrera.
-Acabar la carrera, extraña expresión para escuchar en un taxi. O todo lo contrario de extraña, ¿no?
-Sí...
-Pues yo estuve tres años, tres años estudiando para que me dieran la licencia de taxista en Londres. Prácticamente lo que es una carrera universitaria. Cada tarde de cada día. Aquí cualquiera lleva un taxi, pero en Inglaterra...
-No tiene nada de acento inglés.
-Ya le dije que no hablaba ni papa.
-¿Y cuándo volvió a España?
-Después de mi paso por Stuttgart.
-¿Estuvo viviendo en Alemania?
-¿Conoce Stuttgart?
-No.
-Es una ciudad muy interesante. Allí prima lo alemán.
-...
-Doce años estuve.
-¿A qué se dedicó?
-Taxi, taxi. Yo siempre he sido taxista.
-Es increíble.
-Me gusta conducir por las ciudades.
-Pero... ¿Qué edad tiene usted?
-Cuarenta. Recién cumplidos.
-Entonces, tiene que haber empezado muy joven. Diez años en Londres
-Más los tres de estudios.
-Y doce en Alemania. No me cuadran las cuentas. Se tuvo que haber ido de Madrid con
-Hay que saber aprovechar el tiempo. Esa, fíjese, es la gran enseñanza oriental que aprendí en Tokio. Para ellos el tiempo pasa de otra manera, no sé, le dan importancia a las cosas que verdade
-¿También vivió en Tokio?
-Allí coger el taxi es carísimo. Pero como hay tanta gente. Yo nunce he visto tanta gente metida en una ciu
-¿Cuántos años estuvo trabajando de taxista en Tokio?
-¿Conoce Tokio?
-No, no.
-Aquello es otra cultura. Nueve años. Es muy duro, porque al ser otra cultura. Ellos son más ancestrales, no como nosotros.
-¿Y... cuándo ha vuelto finalmente a Madrid, entonces?
-Soy un recién llegado, como si dijéramos. Esta ciudad ha cambiado muchísimo desde que me fui. Añooo... setenta y seis. Parece mentira.
-¿Setenta y seis?
-Setenta y seis.
-Pero entonces...
-Ahí va.
-¿Qué pasa?
-Que me he perdido. Pero no se preocupe, paro el reloj. ¿Usted no se ubica?
-Pues...
-Joder, esta ciudad parece otra.

lunes, 27 de julio de 2009

-Conozco a esa mujer mejor que al callejero de esta ciudad.

-Siga a ese coche.
-Buenos días.
-Buenos días. Siga a ese coche.
-¿A cuál, al rojo?
-No al Renault.
-...
-Tenga cuidado, doblará en la próxima.
-...
-Creo que sospecha que la seguimos.
-¿La?
-Sí, es una mujer.
-¿Y por qué sospecha que ella sabe que la
-Conozco a esa mujer mejor que al callejero de esta ciudad.
-Esa frase me va mejor mí, que llevo veinte años en el taxi.
-Yo llevo veintiún años persiguiéndola por las calles de Madrid.
-Demasiados.
-Ya lo creo.
-¿Compensa?
-El semáforo, no se quede atrás.
-Tranquilo. Es raro que no hayamos coincidido antes.
-Atento, que vuelve a torcer en la siguiente.
-Sí que la conoce, sí.
-Ahora se detendrá en el número 19.
-¿Nosotros que hacemos?
-Me bajo aquí.
-Está entrando en la casa.
-Claro.
-Seis con cuarenta.
-Tenga.
-No ha llamado al portero. Tiene llave.
-Claro.
-Tenga la vuelta.
-Quédese con el cambio.
-Gracias. Espero que nos volvamos a ver.
-No lo creo, la semana que viene nos mudamos a Barcelona.
-...
-Adiós.

viernes, 5 de junio de 2009

-Pensaré en ello.

-¿Usted cree?
-Como se lo digo: es el mejor.
-...
-¿Y usted qué cree?
-No sé, en realidad no tengo opinión.
-No me lo creo. Tiene que haber pensado en él millones de veces.
-No crea.
-Todo el mundo tiene una opinión al respecto.
-Puede ser.
-Llega a la gente. Vende mucho. Envidia. Por eso a ustedes no les gusta.
-¿A nosotros?
-¿Se cree con mejor criterio que el mío?
-No es eso.
-¿Le parece que no soy merecedor de compartir mis opiniones con un intelectual como usted?
-Yo no soy un intelectual.
-Llevo quince años en este oficio: reconozco a los intelectuales mentirosos en cuanto los veo.
-¿A qué llama usted intelectual?
-¿Y usted a qué llama taxista?
-Supongo que ustedes son más fáciles de definir.
-Vaya respuesta.
-En la esquina, por favor.
-Son trece con veinte.
-Tenga. Está bien.
-Pues yo no tengo ninguna duda al respecto.
-Pensaré en ello.
-No piense, léalo: Paulo Coelho es el mejor.
-Pensaré en ello.
-Gilipollas.


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