miércoles, 2 de noviembre de 2011

-La sirena.

-Obviamente no creo en ellas. Encontré la sirena varada en la playa de San Bernardo. Después de escribir esto consultaré la RAE. Buscaré el vocablo varado. Tal vez deberé cambiarlo. La sirena estaba en la playa, tal vez sólo descansando. O meditando. Eran las cinco y media de la mañana. No quiero contar lo que me había pasado hacía algunas horas, esa noche, esa madrugada que estaba ya yéndose. Digamos que acababa de tomar consciencia de que había perdido algo. Algo querido que se oscurecía  a medida que comenzaba a imponerse la luz que iluminaría aquel día. Desde lejos supe que aquello que estaba varado, o pensando, allí, era una sirena. Seguí mi camino. Acercándome a ella. No porque quisiera ir a su encuentro, sino porque la sirena tal vez varada estaba en mi camino. Yo volvía a casa. Ella también. Tal vez me observó de reojo. Se arrastró -si es que es eso lo que las sirenas hacen cuando se desplazan sobre la arena- hacia el mar. Tardó en perderse mar adentro. Creo no haberla incomodado demasiado. Lentamente volvió y yo volví. Me desnudé y dudé. Finalmente no entré en el mar. Me quedé en la orilla. Varado, cansado, meditando. Enseguida apareció en la playa una figura a lo lejos, tal vez proveniente del muelle. Acercándose hacia mí. Me vestí y me alejé de la sombra que se acercaba. Sin intentar  descifrarla. Digamos que hacía un par de horas que acababa de perder algo. Y hacía dos minutos que acababa de confirmar que las sirenas no existen. Salvo en la ficción. Que es el sitio en el que la realidad se escribe al salir del mar, de la niebla, de la tierra, de los volcanes, del cielo, de los estómagos, de los vapores de la memoria, del desamor.
-La sirena.
-Me metí en la ducha y pude ver un par de escamas tornasoladas desaparecer por el desagüe de la bañera. No me preguntes por qué, pero pensé en Bradbury.
-No necesito preguntarte por qué.
-Varada está bien.

16 comentarios:

  1. Varadas en el sueño las sirenas están bien....
    Las "peligrosas" son las que no tienen escamas,y sus cantos te llaman y te llaman....

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  2. Salvo en la ficción. Que es el sitio en el que la realidad se escribe al salir del mar, de la niebla, de la tierra, de los volcanes, del cielo, de los estómagos, de los vapores de la memoria, del desamor.

    Se me ocurren mil cosas para decirte.

    Mil millones.

    Marry me, por ejemplo.

    O Jo...yo hubiera querido escribir cada una de esas palabras.

    Es lo mejor que he leído en semanas...

    (Y tantas más)

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  3. Wow!

    Wow!

    Me pregunto si algún día dejarás mi imaginación al ras del suelo. Espero que nunca lo hagas.

    Genial, Blanco.

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  4. Bravo, muy bien llevada tu historia. A las sirenas hay que huirlas, solo traen penas y revolturas de corazón.
    Un saludo.

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  5. La existencia de las sirenas explica la humedad de las sábanas.

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  6. Me gustaría dejarte un comentario ocurrente, pero no hallo las palabras indicadas. Disculpa.
    No quiero por ello cerrar esta página sin decirte que me ha gustado mucho. Gracias.
    Un abrazo.

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  7. Varada esta bien. Los barcos, las Ballenas, los delfines,... varan en la arena de las palyas, es una manera de naufragar. Para reflotarlos hace falta, necesitan que suba la marea pero suelen tener tan dañado el casco, el cuerpo, que en la mayoría de las ocasiones quedan mal parados. La sirena volvió al mar con la marea.

    Lo que no cuentas que te ocurrió, al principio, y te llevó a encontrarte con la sirena, fue la figura que dejaste atrás, la persona, el desamor, era la sombra de quién huías, la que te hizo perder, la del muelle, lo que te hizo confirmar que las sirenas no existen.
    Pero dos escamas en la ducha son suficientes para no matar al mito. Cuando la realidad nos sobrepasa, la ficción y Bradbury nos salvan de volvernos locos.
    Bonita historia amigo Blanco.
    Abrazos

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  8. Hay días en los que me gustaría vararme en la orilla.

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  9. Las sirenas siempre haciéndose las misteriosas, para engatusaros.

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  10. Varada está bien
    Varada estoy bien
    Sí, sin ser sirena me gusta vararme a la orilla. Ya sabes, a la orilla del mar...
    Besicos

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  11. ¿carne o pescado? de las sirenas me gusta que están en misa y repicando.

    como siempre un placer dejarse caer por este rincón.

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  12. Es el mejor culo de sirena que he visto últimamente.

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  13. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  14. No sé por qué, pero este cuento de la sirena me suena...

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  15. Hola Roberto, es el primer post que leo, me quedo por aquí de seguidora porque lo que voy leyendo me gusta. En esta entrada sobre las sirenas, mito o leyenda.
    No se sabe muy bien cuando comenzó en mito de las sirenas, quizás en aquellos siglos en los que el miedo al mar y las leyendas, se difundían en los bares ayudadas por los rudos marineros, que asegurar haberlas visto a través de los mares. Sea como sea, tu narración nos adentra en los mares de la imaginación donde habitan.
    Me gusta mucho!

    un saludo
    Rosa.

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