-Salió del hotel temiendo ser seguido.
-No tenía motivos para sentir lo que sentía, puesto que su única perseguidora posible dormía como un tronco en la cama que habían compartido durante horas.
-Se trataba de un sentimiento paranóico del que el hombre era plenamente consciente: estaba acostumbrado a sentir lo que sentía.
-Se metió en el taxi y pidió ir hasta el otro hotel, donde, presumía, lo estaba esperando la otra.
-La otra transformaría en la otra a la que acababa de dejar en la cama. Esa mujer haría que su paranoia se volatilizara con el aliento del primer beso.
-Mañana por la mañana ya vería a qué nuevo hotel se dirigía. Acompañado de ya se sabe qué sentimiento. Dejando desnuda, durmiendo, a la nueva ex mujer de su pasado reciente.
-A la mañana siguiente, salió del hotel temiendo ser seguida.
-No tenía motivos para sentir lo que sentía, puesto que su único perseguidor posible dormía como un tronco en la cama que habían compartido durante horas.
-Se trataba de un sentimiento paranóico del que la mujer era plenamente consciente: estaba acostumbrada a sentir lo que sentía.
-Se metió en el taxi y pidió ir hasta el otro hotel, donde, presumía, lo estaba esperando el otro.
-El otro transformaría en el otro al que acababa de dejar en la cama. Ese hombre haría que su paranoia se volatilizara con el aliento del primer beso.
-Mañana por la mañana ya vería a qué nuevo hotel se dirigía. Acompañada de ya se sabe qué sentimiento. Dejando desnudo, durmiendo, al nuevo ex hombre de su pasado reciente.
saludos
ResponderEliminarbonita pagina te invito a ver la mia espero que te guste
Historias paralelas:
ResponderEliminarSalió del hotel temiendo ser seguido
Salió del hotel temiendo ser seguida
Un hombre, una mujer, el otro, la otra.
Historias comunes de amores diarios....
Besicos.
Mañana, ojalá fuese mañana, decirlo así, sin más, sin tener que darle tiempo al tiempo. Decidir al menos si irse o quedarse.
ResponderEliminarQué paranoia.
ResponderEliminarSeguro que coinciden en algún hotel.
Pues si lo llego a saber, me quedo en el hotel y no salgo. A mi, que no me siga nadie.
ResponderEliminarNunca me había planteado la paronoia circular...
ResponderEliminarUn abrazote, B.
paranoia? puede que cruda realidad.
ResponderEliminarBesos
Al final todos somos otros... y estamos conectados por círculos concéntricos sin fin. ¿paranoia? Uh, no.
ResponderEliminar¿Invierno?, ¿verano?
ResponderEliminar¿Verano?, ¿invierno?
…
¿Sigues en el verano o ya has pasado al invierno?
…
En cualquier caso, un fuerte abrazo.
cadena de contagios
ResponderEliminarmuy interesante. nada como la habitación de un hotel para tomar consciencia de que somos eslabones
Todo el mundo creyéndose único mientras todo el mundo juega al mismo juego.
ResponderEliminarLo de la paranoia acaba superándose.
ResponderEliminarLo verdaderamente importante es poder contar siempre con la discreción de los taxistas y de los conserjes de hotel.
Un abrazo.
Quiero verla, de risa, pero Blogger no me deja. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarLas historias paralelas están llenas de curvas, Cabopá. Beso grande.
Vete pero vuelve, Recuerdos.
Seguro que ya han coincidido, pero se hicieron los longuis, Claudia.
El ojo de Gran Hermano todo lo ve, Stultifer.
Siempre hay una primera vez, Lena, que no suele ser la primera. Beso.
Dejémoslo en cruda paranoia, Mercè. Besos.
Somos otros y otras. Un poco de corrección política, por favor, Xibeliuss.
Ya sabes, he vuelto. Abrazo grande, Jesús. Y un beso a tu noviecita.
Coincido, Antero. Coincido anteramente. Abrazo.
¿Tú también, Esgarracolchas? Bueno, pues nos vemos por los pasillos, entonces.
También conviene que la/el amante sea discreto/a, Jose. Abrazo grande.
Encadenado, lo que da una idea muy acercada de la paranoia. ¡Nunca termina!
ResponderEliminarSaludos, Blanco.
Gracias, Marcia, por pasarte siempre. Un beso.
ResponderEliminarTambién, por supuesto, o por interés, o por mantener su boca ocupada...
ResponderEliminarPor cierto, nunca había comentado tus dibujos y quería decir que me suelen gustar mucho, especialmente el de esta entrada cuando lo he entendido viéndolo en pequeñito en el link de otra página.
Un abrazo.
Gracias, Jose. Me gustaría ver algunos de tus dibujos, arquitecto. Abrazo.
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