Reconozco el hecho de que volveré a ver a Ingrid.
Igmar Bergman
-De un momento para otro. De un momento de vida, para otro momento de muerte. Es así como nacen los fantasmas. El parto, estrictamente, -es decir, sin contar los preliminares, la gestación que es la propia vida, desde que nacemos, desde que nacen nuestros antepasados- ocurre en un chispazo de segundo. Había vida y ahora hay fantasma. Le gusta pensar eso al viejo. Le gusta pensar que es así de simplemente como ocurren las cosas. Necesita creerse esa teoría. Su mujer, la mujer de su vida, murió hace hoy exactamente un año. Y sabe desde aquél día, cuantos días, meses, han pasado, han ido pasando, desde su muerte. Ahora, ahora mismo, sentado en el sofá, iluminado por libros más o menos tristes, solo pero no más solo que nunca, se repite la querida idea de la muerte y el fantasma.
-Volverá a verla.
-Tiene esa seguridad. Es feliz porque su desgracia está matizada por su querido ayer, y por su certero mañana.
-Cuando él se transforme en fantasma.
Muy bueno. Empezó la cuenta regresiva.
ResponderEliminarSaludos.
Un amor, un fantasma. Tal para cual. Es cuestión de tiempo. De vida o muerte.
ResponderEliminarUn abrazo
La vida es una tremenda sorpresa, tan seguros de que en pocas horas o minutos esté allí, sin reparar en que quizá no pueda ser. Saboreemos cada segundo del ahora, es lo único seguro.
ResponderEliminarAsí es, en verdad. Una diferencia de una milésima de segundo entre vida y muerte. Y nunca sabes cuando llega, para bien y para mal.
ResponderEliminarEl reencuentro ocurrirá dentro de unas horas, unos minutos...Bienvenido sea.
ResponderEliminarHoy tu dibujo de ese faro sobre el isolte me gusta muchísimo.
Besicos.
Me recuerdas a Saint Exupery. A veces la espera contiene mas pasión,mas esperanzas que el encuentro en si. La perdida transforma la forma de mirar. Me has hecho reflexionar y es sabado.....
ResponderEliminarLa cuenta regresiva empieza pronto, Marcia, aunque, con suerte, nos damos cuenta tarde. Saludos.
ResponderEliminarEstamos rodeados de tiempo, que diría aquél. Abrazo grande, Daniel.
Eso es, Segio. Pero el pasado está también aquí y ahora, ¿no?
Qué terrible si lo supiéramos, si tuviéramos agendado ese momento, ¿no, Xibeliuss?
No me extraña que te guste el dibujo -no porque sea bueno-, tiene que ver con lo "marino", que tiene mucho que ver contigo. Beso grande, Cabopá.
¡Ostras, La de, qué honor! Sí, el capitulito ese que dice que si tuviera una hora -no recuerdo exactamente si era una hora- lo perdería caminando lentamente hacia una fuente... No sé si te refieres a éste, pero sí que me lo has hecho recordar. Gracias por volver a pasarte.
Si así es como le guta imaginárselo al viejo...
ResponderEliminarYo tendría mis dudas al respecto.
Un texto muy sugerente, en cualquier caso.
Un abrazo fuerte.
Como me gustaría que alguien me hablara de los fantasmas con la fe que mi hijo me habla de los Reyes Magos.
ResponderEliminarMaestro, un abrazo.
Me recordas a mi. Siempre pensando en estas cosas. Como el viejo piensa, de un chispazo, con un boton que alguien apaga, asi nomas se nos va la vida?
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