miércoles, 21 de marzo de 2012

-Dinosaurios.

-Encuentro dibujitos de Miguel y mensajes de Carmen entreverados en su momento -cada uno de ellos en un determinado momento- por mí entre las hojas de los libros. Mi madre guardaba (no sé si lo sigue haciendo) billetes, dinero, en bolsillos de camisas y chaquetas colgadas en las perchas del armario. Se sorprendía al reencontrarse con veinte pesos olvidados -en su momento- entre la ropa. Pretendemos olvidar que no olvidamos esas señales traspapeladas (post-it, billetes) entre libros y ropas.  A mi padre, que nunca leyó un libro entero, y -desconozco la conexión- tenía una caligrafía excelente y unas ortografía y sintáxis dignísimas, la ropa le duraba muchísimos años. Recuerdo un par de camisas, una chaqueta gris, en concreto; unos zapatos. Y un aroma propio que no se le fue nunca. Nada se pierde. Todo cambia de lugar. Le digo que la quiero y después la noche. Acabo por encontrar sus viejas amorosas respuestas a mis suspiros entre páginas de libros escritos por otros. Papá se murió hace casi veinte años. Comienzo a comprender vagamente que este turbio vagabundeo por el teclado va reflejando un desorden que en realidad es un plano para perderme al volver. O es un dinosaurio. Uno de esos miles que dibujó Miguel hasta hace tres o cuatro años, y de los que ahora acabo de hallar -sin necesidad de desenterrar nada- un ejemplar perdido entre las hojas de Memoria de elefante, del gran Lobo Antunes.

13 comentarios:

  1. La mejor manera de encontrase con un dinosaurio, diría yo.
    Un saludo

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  2. "Me pregunto en qué medida se puede llevar un diario propiamente dicho en momentos de máxima intensidad; si no son más eficaces las notas breves en una agenda (...)". Mircea Eliade. Diario.

    Lo leí de pasada esta mañana. Y me hice mil preguntas.

    Escribí en facebook (a propósito de Eliade): Arranco hojas de un taco y apunto. Registro en soportes digitales. Me fragmento (más).

    Esos hallazgos flotantes, dibujitos de Miguel y mensajes de Carmen entreverados, billetes,dinero, en bolsillos de camisas y chaquetas nos cuentan, nos hacen mirarnos desde abajo hacia arriba, nos invitan a la recomposición.

    Lobo Antunes...caligrafía y sintaxis hermosas, lecturas inteligentes.

    A mi padre le encantaba leer.

    Su letra, sin embargo, era rara.

    No era fea...era suya.

    A veces siento que se ocultaba allí.

    Me encanta leerte...enésima vez que lo escribo.

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  3. ...Y es que los dinosaurios se esconden en cualquier parte...

    Me gusta encontrar cosas, papeles un lápiz de labios, unas monedas o cualquier cosa en los bolsillos, en los bolsos de una temporada a otra, es como recordar el día que lo dejastes....

    Ya sabes, me gusta venir y leer tus puntos y comas, incluso los puntos suspensivos.
    Besicos

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  4. Esos papelitos, esas notitas, esos dibujitos bendicen los libros, los vuelven relicarios de la memoria, cobijos de las novelas de la vida. Qué hermoso tributo a los libros, esas casitas de tiempo fermentado.
    Un abrazo.

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  5. Aveces pienso en una suerte de tesis sobre la literatura de blogs que se llamara "El efecto Monterroso" y otras, escondo papeles, cigarrillos y otros objetos de valor incalculable por ahí, para encontrarlos después. Fue muy grato encontrar tu entrada de dinosaurios, esos bichos tan dados a desaparecer y seguir estando allí.

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  6. La fantasía y el cariño nos hacen que determinadas cosas hermosas siempre se puedan guardar. Como tu dinosaurio, los recuerdos de tu padre, son la paja que esconde la aguja, tapándola, manteniéndola oculta a pesar de estar.
    Bonita reflexión Blanco.

    Saludos

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  7. Me encanta leerte, ya te lo he dicho.
    Los dinosaurios también eran voladores, algunos, por lo que no hay que desenterrar nada para que
    aparezcan.Suelen venir volando.Un placer

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  8. La de cosas que uno encuentra entre los libros y la ropa, la de sonrisas que nos provocan esos encuentros. Saludos.

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  9. Este turbio vagabundeo te lleva a contarnos las sensaciones que te producen esas señales que aparcamos al azar con la esperanza de que más adelante, nos traerán un poquito, algo de felicidad. La ilusión que deja reencontrarte con un trozo de papel impregnado de un trozo de nuestra vida que nos hará retroceder con todo el sabor y olor de la melancolía, y nos dejará tocar por penúltima vez aquel instante, aquella imagen de la vida.
    Muy bien cuentas estas cosas Blanco, Abrazos.

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  10. Guardo notitas en los libros que leo diciendole a mis hijos y nietos lo mucho que les quiero, con la esperanza de que algún día los lean, los libros y las notitas.
    Siempre registraba las chaquetas de mi padre y si encontraba unas monedas me las quedaba.

    Un abrazo.

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  11. Los libros son como baúles..

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  12. He leído este después del último.
    Dejo mi notita entre ambos: "No me jodas".

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