-Oye, oye...
-¿Qué?
-Shhh... los vecinos.
-...
-Están hablando de nosotros.
-...
-...
-Se oye todo.
-Habla bajito.
-Es increíble. Estas paredes.
-La risita de él es
-Es un imbécil.
-...
-...
-¿El miércoles?
-¿Qué?
-Ella ha dicho que nos han oído, el miércoles.
-¿El miércoles?
-Nos han oído mientras... shhh...
-Y nosotros a ellos.
-Sí, se escucha todo.
-Bueno, tampoco tie
-¿El miércoles?
-...
-Ayer, sí. Ayer jueves. Pero el miércoles...
-¿Qué?
-Que el miércoles yo viajé a Barcelona. Por lo de la serie.
-Sí.
-No estuve aquí. Llegué tarde. Cenamos fuera. No hicimos nada.
-No.
-...
-¿Y qué?
-Que ella dice que el miércoles nos escuchó mientras
-¿Ella dice?
-...
-¿Y qué importa lo que ella diga?
-No, ya.
-Ella puede decir lo que le salga
-Shhh... que te oye.
-Tiene cojones.
-Tranqui.
-Lo que nos faltaba.
-Tranqui.
-Hasta mañana.
-...
-¿De qué coño se rien?
-Te van a oir.
-Imbéciles.
Las gratitudes.-Delphine de Vigan
-
Contraportada
«Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: ”Le debo
tanto.“ O: ”Sin ella, probablemente ya no estaría aquí.“ Pens...
Hace 1 mes
JAJAJAJAJAJA!
ResponderEliminarDeja vu.
beso blanco, Blanco, en clave de shhhhh...
(De tú...Quité la opción a comentar en el blog. Demasiado barullo. Siempre nos quedará gmail.).
ResponderEliminarNo cabe duda de que la acción sucede en un edificio construido con anterioridad a la entrada en vigor del Código Técnico de Edificación y que por tanto no cumpliría con el DB-HR para la protección frente al ruido de las viviendas.
ResponderEliminarUna muestra más de que se trata de un código deleznable que ha empeorado la calidad de vida de los arquitectos y la jugosidad de vida del resto de ciudadanos en general.
¡seguro que fue el jueves?
ResponderEliminarLos vecinos, siempre los vecinos.
ResponderEliminarSaludos.
El miércoles hubo tema, seguro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Añoraba esta transparencia, en esta conversación no me tengo que parar a pensar, todo queda a la disposición de mi imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encanta,
ResponderEliminarhace poco me leí un cuento de Cheever de una radio que capta las interferencias de lo que dicen los vecinos...
eres guionista??? lo haces muy bien, yo no sé por qué pero a mí los diálogos se me dan fatal
un saludo
¿Por qué las paredes de las casas, dejan pasar lor ruidos indesados?
ResponderEliminarY los desados también, es cuando falta la intimidad...
La mayoría de las veces son las palabras huecas las que nos llegan o las que se van...
No sé si esto es un comentario,pero a mi tu guión-dialago y puntos suspensivos es, lo que me ha inspirado escribir...
Besicos Blanco, eres cuasi genial.
Los Códigos Técnicos de Edificación se lo inventaron para no aplicarlo. Además él no estaba el miércoles. Son ganas de fastidiar por fastidiar.
ResponderEliminarQué placer encontrar una escena tan divertida después de unos días desconectado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada pared es un mundo de historias nuevas y repetidas. Caldo de cultivo para escribir...
ResponderEliminarbesos
Qué vecinos!!! yo también escucho conversaciones, llantos y todo lo que quieras y más!
ResponderEliminarBuen ritmo de post!
Aunque no cumpla las normas me sigue gustando tu casa.
ResponderEliminarDe todas formas cada uno oye lo que quiere… La ilusión es importante.
No hicimos nada el miércoles, ni el martes, ni el lunes, ni el domingo,… “Tiene cojones” la cosa.
Con qué pocos mimbres haces un cesto, digo, casa. Maravilloso. Blanco, un abrazo (no por muy repetido menos sincero)
O en clave de JA, Lena.
ResponderEliminarEl progreso nos deja sordos, Jose.
Exclamar y preguntar en la misma frase utilizando sólo dos signos de puntuación diferentes. Lo has conseguido, Xibeliuss.
Como decía Robinson Crusoe, Marcia.
Si tú lo dices.
(Me gusta cuando Callas, Thornton)
Yo también añoro las transparencias, Recuerdos.
Hay que ponerse en manos de Cheever, Rafa.
Cabopá, ¿cómo que no es un comentario? Es un comentario inspirado, además.
Cómo es la gente, ¿eh, Stultifer?
Me alegra que la hayas disfrutado, Daniel. Un abrazo grande.
Gracias por tu visita, saltar del tren. Vuelve cuando quieras.
Es divertido escuchar a los vecinos, Arlette. No sé si también lo será para ellos.
Mira quién habla de pocos mimbres, el que se apaña con una mortadela. Abrazo grande y gracias por pasarte siempre, Jesús.
simplemente genial. Ay, las paredes... qué malas pasadas nos juegan! Pero lo fundamental es poder culparlas a ellas.
ResponderEliminarUn beso, sigue así! :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue bien se te dan los silencios eh! la escena ya se estaba reproduciendo en mi cabeza! porque se fueron a dormir tan rapido?
ResponderEliminarsaludos!