-Antes de escribir lo que voy a escribir -si es que finalmente queda algo de lo escrito- me pregunto, me estoy preguntando, por qué escribo estas cosas aquí. En este formato. En lugar de no hacerlo en ningún otro.
-Me duele todo el cuerpo. No hay frase más vaga que me duele todo el cuerpo. Pues me duele todo el cuerpo. No exactamente todo. Sería imposible de soportar que realmente, en el grado que fuera, me doliera todo el cuerpo. Y yo sí puedo soportar este dolor de cuerpo. De todo el cuerpo.
-Me duele desde hace dos días. Me duele desde después de la discusión. De la explosión de hace dos días. Exactamente, éste dolor, comenzó una noche más tarde.
-En cierto modo me duele todo el cuerpo porque en mi casa hay dos mujeres.
-Parecen tener sus dominios bien delimitados. Una, desde la entrada hasta la zona del salón. La otra, desde el salón hasta el balcón -incluye la habitación, la cama-. El salón es una especie de territorio difuso, tierra de todos y de nadie en la que ninguna de ellas se esfuerza por imponer su gobierno. Allí conviven. Convivimos.
-Parecen tener sus dominios bien delimitados. Una, desde la entrada hasta la zona del salón. La otra, desde el salón hasta el balcón -incluye la habitación, la cama-. El salón es una especie de territorio difuso, tierra de todos y de nadie en la que ninguna de ellas se esfuerza por imponer su gobierno. Allí conviven. Convivimos.
-Me dolerá todo el cuerpo hasta que una de ellas -o ambas- haga algo por mi dolor.
-Sin proponérselo -porque no saben qué ni cómo ni por qué deberían firmarme el destino- el futuro de mi dolor está en sus manos. ¿Harán algo? ¿Me quedarán fuerzas para escribirlo?
-O muero de una lenta decadencia que me ablande por completo, que me ague, me licúe, y me permita, finalmente, huir por el desagüe de la bañera; o exploto de explosión coronaria de una vez y para nunca.
-Me siento a esperar.
-Una -o ambas- no puede tardar en decidirse.
-Cómodamente. Estoy tan cansado. Me duele tanto todo el cuerpo.
-Estoy a verlas venir.
-Se venía venir, decía mi hijo hasta hace bien poco.
-Hablo conmigo.
-¿Por qué me extraña tanto entonces que escriba en este formato en el que parece que somos dos quienes dialogamos?
Con dos mujeres es factible que un cuerpo pueda doler por completo, incluso dos veces.
ResponderEliminarMuy bueno, amigo
¿Tienes territorio propio? Igual te viene bien.
ResponderEliminar"De una vez y para NUNCA" muy bueno estimado, muy bueno!
ResponderEliminarNada nos Libra de Escorpio
Si ellas son dos, qué remedio sino desdoblarse. Los triángulos aprietan que es una barbaridad, y no digamos en la misma casa. No digamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo siento, BLANCO, pero por eso no puede ser...en mi casa solo hay una única mujer, que soy yo, y a mí también me duele todo el cuerpo ;)
ResponderEliminarUn beso
Unos de los mejores que has escrito.
ResponderEliminarUn abrazo, Blanco... o tres.
¿Autobiográfico a dos voces? ¿Ficción estereofónica?
ResponderEliminardesdoblarse e ir brindar con anestesia a una doble cita. parece apropiado.
ResponderEliminarOh la.
ResponderEliminarEs mi carencia de color favorito.
Dibujos y grafías, se mezclan tan bien como el agua y el aceite: líquidos sin embargo.
Enorme saludo.
Fabuloso...
ResponderEliminarMaria
Dos mujeres, ¿a quién se le ocurre convivir con dos mujeres si cada una de ellas ya, de por sí, son dos?, en breve taquicardia, después delirios...
ResponderEliminarHaces muy bien en sentarte a esperar, escribir guiones y otros signos de puntuación...¿Qué importa el formato...?
ResponderEliminarSon la casa y las mujeres las que te inspiran y con dolor en todo el cuerpo, todavía escribes mejor a la noche siguiente...
Besicos.
Cuando uno sabe de que es el dolor (de algo sin importancia), aunque el dolor sea fuerte, duele menos.
ResponderEliminar“En lugar de no hacerlo en ningún otro”
No, hombre, no… …Yo ando leyendo a Walser
Blanco, un abrazo
Escribir en formato de dialogo,presupone hablar con alguien,qe alguien responda,por lo tanto escuche!
ResponderEliminarSiento tu deseo de ser escuchado,tenido en cuenta...lo que contas,de las dos mujeres abarcandolo todo,no te dejan mas opcion que el desague...que dolor!
Ahi esta el dolor,el de no tener espacio...el de no poder ser mas que no siendo.
Lo siento...tal vez sea tan diferente,pero fue mi interpretacion.
saludos!
Siempre que puedas, no dejes el futuro de tu dolor en manos ajenas, a no ser que se trate de las de un médico de confianza.
ResponderEliminarMe duele tó, tó me duele...ay...
ResponderEliminarSi has de tomar partido, ponte al lado de la dueña de la cama. Y no es preciso que visites a ningún médico, está claro: "Se venía venir".
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarÉsto vendría a ser como un "Somos mucho máaaaaaas que doooooooos", pero mal.
ResponderEliminarSi vos/ustedes escribiste/escribieron y/o firmaste/firmaron algo para que esas dos mujeres estén en tu casa/la casa de ustedes, y si se veía venir, tal como te/les dijo tu hijo, creo que vas/van a tener que dejar de escribir en este formato por un rato para escribir y/o firmar en otro formato, amigo(s) BLANCO. Si no, un Vick Vitapirena podría ser una solución. (O una simple mudanza, si no firmaste/firmaron o escribiste/escribieron nada en 'ese otro' formato (lo de 'simple' es un eufemismo, ya sé).)
Te/les dejo un abrazo enorme y unos puntos suspensivos (que sería como el equivalente en puntuación a sentarse a esperar), para copiarte/copiarles el estilo, (ya copié tantas cosas de este formato tuyo/de ustedes de acá que estoy cebado :P ), y espero que te/se mejores/mejoren
Ahí va:
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