martes, 13 de abril de 2010

-Hablas como un perdedor.

-He nacido antes de tiempo. Horas antes de tiempo. O tal vez sólo años antes. O hermanos antes de tiempo. Quizá por eso todo lo que llega, lo que me llega, me llega tarde. A destiempo. Lo que finalmente llega, llega  después del final.
-Más vale tarde que nunca.
-No, tarde es tarde.  Tarde es nunca. Cuando se acabó el partido.
-La vida no es un partido de fútbol.
-Te equivocas. La vida es un partido de fútbol. Es una pelea de boxeo. Es una partida de ajedrez. Empieza, acaba, alguien gana y alguien pierde. Tienes un tiempo. Tienes un tiempo que acaba por agotarse. Y cuando se acaba la partida, el partido, la pelea, alguien ha ganado y alguien ha perdido.
-El simil que utilizas no me gusta, pero, en todo caso, también puedes empatar.
-¿Me estás hablando en serio?
-No has perdido. Desde que me contaste tu secreto hablo como alejándome de él. Temo que alguien escuche con atención lo que evito decir. Pero puedes estar tranquilo.
-Ya da igual. Puedes gritar mi secreto. Ha caducado. He perdido.
-Prometí llevármelo a la tumba.
-Es tarde. Ya no tiene sentido conservarlo. Déjalo en la calle, junto a un árbol. Los secretos abandonados no duran nada en las aceras. Ya verás como ayuda a que un mendigo se sienta menos perdedor.
-Hablas como un perdedor.
-Y tú como un empatador. Es decir, hablamos como dos perdedores. Yo he sido vencido cabalmente, y tú no te enteras de que te han metido seis chicharros y no conseguiste pasar la mitad del campo; te han tirado a la lona en el segundo round y desde entonces vives en coma; te han dado jaque mate y sigues empeñado en buscarle sesenta y cuatro cuadraditos al gato, en vez de saber que, te pongas como te pongas, tu rey yace tumbado sobre el tablero y no vas a ponerlo en pie ni con un cargamento de Viagra.
-Necesitas echarte una mujer. O por lo menos echarte un polvo esperanzador. Y no me digas que también se te ha hecho tarde para eso.
-A mí y a ella.
-¿Le contaste el secreto?
-No ha hecho falta.
-Lo siento.
-No lo sientas.
-Uf. Qué hermética charla, ¿no?
-¿Tú crees?
-Sí. ¿No?
-Yo lo he comprendido todo.
-Define comprender.

16 comentarios:

  1. Me gusta eso de que "los secretos abandonados no duran nada en las aceras..Es increíble!Ojalà fuese verdad..a veces guardarlo sí que es un esfuerzo hermeneutico!

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  2. Uf, terrible sensación. Muy bien argumentada. Me gusta el quiebro hacia el secreto en la mitad y la reanudación del hilo principal.
    Saludos

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  3. Define todo.


    (Hay una errata de un algien y, más abajo un alguien)

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  4. Pues lo que te iba diciendo...que no se que contestar, pero genial.

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  5. A lo mejor se pueden dejar los secretos olvidados en las aceras. Puedes pensar que es una tontería pero a lo mejor si se escribe algo en un papel y se tira lejos puede que sea terapéutico.
    Dejalo, no he dicho nada.
    Por cierto, me gustaría saber quien es esa diva bisexual.

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  6. Un polvo esperanzador. Hay que ver. Esta vez me has noquedao. Así que debes tener razón: la vida es un combate de boxeo. O quiza sólo la cuenta del k.o. Siempre una cuenta atrás. Llevamos siempre las de perder. Una vez más tienes razón: hablo como un perdedor.
    Un abrazo.

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  7. inicio... tic-tac... final
    este instante abre el paso al segundo instante
    esta luz alumbra este momento, aquella luz marcará aquel final
    ayer nací, hoy un polvo esperanzador, mañana moriré
    besos para este instante

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  8. Un perdedor que habla así no es un perdedor. Hay ganas aún de buscar los sesenta y cuatro cuadraditos al gato. Me encanta (y lo de la acera, pero se me han adelantado).

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  9. A mí me suena muchísimo esta conversación, no sé si decir que "por desgracia". Ese bucle que al principio puede dar vidilla, pero que termina desgastando, y no poco.

    Besetes

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  10. Sigo sin saber por qué, pero me enganchas.

    Un saludo, Blanco.

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  11. interesante reflexion que nos lleva a un final!

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  12. Hermética charla, sí, y tan sugerente precisamente por eso. Me sumo a las alabanzas que preceden, Blanco.

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  13. me ha parecido que era lo que necesitaba hoya, para no deprimirme con todas las cosas que ocurren y nos ocurren.Soy perdedora, y me gusta. ¿qué significa ganar?
    Gracias por tu visita

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  14. Aceras hermenéuticas, gran título para una novela que no se venderá nada, Miette. (mejor para un poemario)

    Xibeliuss. Te cuento que soy un pésimo analista de mí mismo. Y también de lo que escribo. Me gustan tus análisis. También los que haces en tu blog -acerca de lo que escribes, sobre la suerte futura de tus personajes, por ejemplo- cuando contestas algunos comentarios. Abrazo.

    Déjalo, María Jesús.

    Gracias, Madison.

    Prueba, Bruja.
    Con respecto a mi Diva, hay dos versiones.
    1-Personaje lejanamente basado en una señora que conocí hace veinte años, cuando yo -obviamente- tenía veinte años menos, y ella tenía veinte años más que yo.
    2-Personaje salido de mi imaginación, sin conexión con ninguna mujer que yo haya conocido.
    Elige.

    Gracias, Daniel. Lo último que se pierde es la esperanza de un polvo esperanzador.

    Inicio... tic-tac... final. Aristóteles revisitado, Mercè.

    Soy un pésimo jugador de ajedrez, Paisajes, pero aún así sigo a vueltas con los sesenta y cuatro cuadraditos. Como todos.

    O jijiji, Recuerdos, depende del resultado.

    ¿De qué te suena, Majo? Gracias por pasarte.

    Bueno, Víctor, a ver si no lo averiguas nunca. Gracias.

    No sé si es interesante, Roxana. Eso sí, a un final sí que nos lleva.

    Yo alabo tu blog, Nadna.

    Marcela, dicen que ganar significa no perder ni empatar. Pero se dicen tantas cosas... Gracias por pasarte.

    Gracias, Jesús. Mejor no le preguntamos a ninguno.

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  15. Siempre los ganadores me han parecido un poco horteras.

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