jueves, 22 de abril de 2010

-La mujer de los cines Acteón. (y 3)

-Era esa.
-¿Qué?
-Esa mujer.
-¿La de los pósters?
-Las dos.
 -¿Fue tu novia?
-No fuimos novios.
-¿Qué fuisteis?
-Otra cosa. Y no me preguntes qué cosa.
-Amantes.
-Cuando cumplas quince seguimos hablando.
-¿Para qué me hablas de ella ahora, entonces?
-Porque la conocí y está colgada ahí.
-Erais conocidos.
-Eso es.
-Amantes conocidos.
-¿Mamá lo sabe?
-No. No tiene importancia.
-¿Qué no tiene importancia?
-Que lo sepa.
-Pero tiene importancia que yo lo sepa.
-No, tampoco tiene demasiada importancia.
-...
-...
-Un poco horteras las fotos.
-Eran lo años ochenta.
-¿En esa época no era hortera vestirse o desvestirse así?
-...
-¿Y qué pasó?
-¿Con ella?
-Sí, ¿qué pasó con ella?
-No sé. Se acabó.
-Se acabó la amante.
-Se acabó nuestra relación.
-¿Relación?
-La historia. Se acabó nuestra historia.
-No termino de entender, papá.
-Claro.
-Oscuro.
-Vamos.
-¿Qué fila tenemos?
-La siete.
-...
-...
-La mujer de los cines Acteón.
-Eso es.
-Deberías escribir sobre ella.
-A ver.
-Eso. A ver si te aclaras.


15 comentarios:

  1. Por algo dicen que "Los Ochenta hicieron muchísimo daño"
    Que maravilla, BLANCO :)

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  2. El remate definitivo.
    Jo, si ya le cuento mis batallas de abuelo cebolleta a desconocidos a través de los blogs, supongo que también acabaré contándoselas a mi hijo.

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  3. Siempre he pensado que es mejor no entender a los viejos, sus historias podrían causar un gran daño cerebral.

    saludos

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  4. Contarlo es la forma de que la historia no acabe nunca. Y la mujer de los cines Acteón esculpida en el tiempo.
    Un abrazo.

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  5. Los chicos siempre hacer preguntas ... que nos hacen reflexionar para darnos respuestas.

    Me alegra verte en mi blog. Me ha dado la oportunidad de leerte.

    Un abrazo.

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  6. Una historia de los 80, me gusta!

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  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  8. vaya, ¿y que fue de ella?. Yo fui ella alguna vez. ¿Volveré a vivir en las preguntas de sus hijos...?...¿tendrá hijos que le hagan pensar en mi...?En todo caso, ¿la mujer del cartel lo recuerda a el, o sólo al novio que la retrato desnuda?

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Bueno, bueno. Bueno. Mito, perdón, Miguel, ataca, así yo puedo rellenar lagunas. Yo tenía razón con lo de tu agilidad. Imparable. Willy, perdón, Blanco, ¿has pensado que con tus diálogos, siempre hacia abajo, (o hacia arriba arrastrados por el humo del cigarrillo) como cayendo por la gravedad, puedes dar la vuelta al mundo por el cabo de hornos, por ejemplo, y luego le explicas a tu hijo el porque del pendiente en la oreja?
    Blanco. No me hagas mucho caso (o si) he escrito lo primero que me ha pasado por la cabeza.

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  11. Vigila a ese pececillo. lo encuentro muy inteligente.
    Un abrazo.

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  12. Lo que menos me ha gustado de esta parte es que sea la última.
    Un abrazo.

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  13. Gracias, Almalaire. Cada década ha hecho su pupa.

    Es inevitable, Xibeliuss.

    Es inútil entenderlos, entendernos, Marcia...

    Pregúntale a tus caballitos, Maria Jesús. A lo mejor ellos...

    Sí, no dejemos de contar, Daniel.

    Gracias a ti por pasarte por acá, Rosg.

    Eres una nostálgica, Miette.

    Haces demasiadas preguntas, Lorielana.

    Vale, Jesús, no te hago mucho caso. Pero es un placer verte por aquí. Y leerte por allá.

    Lo vigilo, Thornton. Pero el chico del relato tiene dos o tres añitos más que mi pececillo. Me encanta que la ficción y la realidad se mezclen hasta no saber qué es ficción y qué realidad. ¡Todo es ficción! Hoy, por ejemplo, te juro que he visto a la mujer de los cines Acteón por la calle. Y eso que no he salido de casa.

    Gracias, Jose. Cuando le hinque el diente a Marsé, te cuento.

    Bien está lo que bien acaba, Recuerdos.

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