martes, 23 de junio de 2009

-Disfruté mucho de Viena.

-¿Cuál era, la 2014 o la 2041?
-No lo recuerdo.
-La 14. Creo.
-Me acuerdo de Praga, sabes que recuerdo Praga perfectamente, todo lo que hicimos allí -no sólo el incidente por el que nos persiguen- pero no recuerdo el número de la habitación.
-Viena, te pregunto por el número de la habitación de Viena.
-No lo recuerdo.
-Pasamos por allí sin pena ni gloria.
-Disfruté mucho de Viena.
-Pero no dejamos nuestra marca.
-Fuimos a descansar.
-¿En qué habitación descansamos? Esfuérzate.
-No consigo recordarlo.
-No tienes buena memoria para los números de nuestras habitaciones.
-Mira quién fue a hablar.
-La de Praga era la 408.
-No lo recuerdo.
-Es importante.
-Pon otro número.
-No podría poner otro sabiendo que no es el número.
-Los lectores no te lo echarán en cara.
-Me dan igual los lectores. Tal vez fuera la 2041. Recuerdo perfectamente la habitación. ¿Tendremos la factura por ahí?
-No lo creo.
-Si no tienes memoria deberías guardar los papeles.
-Era la 2014.
-¿Estás segura?
-Completamente.
-Quieres que me calle, que no te pregunte más, que ponga cualquier número, que acabe de una puñetera vez la novela.
-Sí, me gustaría que volviéramos a salir a caminar por ahí al atardecer, tranquilamente, como si no tuviéramos conciencia.
-Prepara la maleta.
-¿Qué?
-Pon cuatro cosas.
-...
-Nos vamos a Viena.
-Pero... la semana que viene iremos a Londres.
-Bien. Desde Viena huiremos a Londres, sin pasar por Madrid.
-Prometiste que ya nunca
-Puedo ir solo.
-Sabes que no te dejaría ir sin mí.
-Entonces prepara la maleta.
-¿La negra?
-¿Y lo preguntas? Claro. Nadie repara en nuestra maleta negra. Ni esos inútiles aparatos a los que nada se les escapa.

2 comentarios:

Related Posts with Thumbnails