lunes, 8 de junio de 2009

-Ya se verá.

-A veces te mira como si dentro de ella hubiera un hombre o una mujer viendo a través de ella, mirándote de un extaño modo maléfico, o beatífico, pero no del todo humano. Ocurre cuando tú la miras sabiendo que probablemente sea el único animal capaz de contener dentro de sí a alguien similar a ti, es decir, alguien chungo en más de un sentido, y también bondadoso en, por lo menos, un sentido. Si la miras fijamente es imposible no fantasear con la idea de que dentro de mi gata hay la mente de un tipo -o de una tipa- capaz de intimidarte si consigues sostenerle la mirada durante más de cinco segundos. No tiene nada que ver con seducción, ni con hipnosis, tiene que ver con el estremecimiento de estar mirándote a ti mismo desde dentro de ti mismo. Hay que tener mucho cuidado con el animal que metes en casa.
-Me gusta.
-¿Sí? Un poco recargado.
-Pero poco. ¿Es de la novela que estás escribiendo?
-No, lo escribí para el blog.
-¿Y qué vas a dibujar?
-Ya se verá.
-¿Ojos?
-Ya se verá.
-Dibuja algo menos literal.

1 comentario:

  1. - Pero ¿te gusta?
    - Mucho. Y no preguntes ahora si es recargado porque no lo es. Es poético. Y contagioso. Ahora pienso en nuestra gata y también yo me estremezco.
    - ¿Y los ojos?
    - Son unos ojos muy poco literales. Me gustan.
    - ¿Entonces? ¿No vas a decir nada más que "me gusta"?
    - Sí. Nada más. Porque me gusta.

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